CARAVACA/ Felipe VI y Doña Letizia peregrinarán a la basílica el martes para recibir las indulgencias del Jubileo y clausurarán la exposición ‘Signum’

Una peregrinación tan deseada como importante. Caravaca de la Cruz se prepara para recibir el próximo martes a los Reyes de España, Don Felipe y Doña Letizia, que visitarán la ciudad coincidiendo con la celebración del Año Jubilar de la Vera Cruz. La ocasión es excepcional y viene a sumarse a otras visitas de la Familia Real a Caravaca, aunque será la primera en la que Felipe VI llegue hasta la basílica como monarca, ya que en las dos ocasiones anteriores, en 2001 y 2003, lo hizo como Príncipe de Asturias.

Tanto desde la Cofradía de la Vera como desde el Ayuntamiento se están ultimando todos los detalles de esta ‘peregrinación real’. En estos últimos días se están dando algunos retoques y el alcalde, José Moreno, ha invitado a los caravaqueños a salir a recibir a Sus Majestades para testimoniar con su presencia el apoyo a la Corona y a la Constitución. La Casa del Rey confirmó el viernes esta visita que ha depertado el entusiasmo de los vecinos. El palabras del primer edil, «se trata de una ocasión única que servirá para mostrar a todo el país nuestro patrimonio histórico y cultural».

Desde hace varios meses se esperaba esta noticia, tras la primera invitación en Fitur, en enero, por parte del expresidente autonómico, Pedro Antonio Sánchez, donde en presencia de la hermana mayor de la Cofradía de la Vera Cruz, Elisa Giménez-Girón, se le hizo entrega de una réplica de la Cruz de Caravaca. Meses más tarde, el actual jefe del Gobierno regional, Fernando López Miras, reiteraba la invitación, con motivo de la recepción que tuvo lugar tras su elección. Don Felipe VI ya mostró su intención de encontrar un hueco en la agenda para acudir a Caravaca.

La anterior visita real la protagonizaron Juan Carlos I y Doña Sofía en 1980; y la primera la realizó Fernando el Católico en el año 1488

La espera ha merecido la pena. Elisa Giménez-Girón no disimula su alegría, «es un colofón para este Año Jubilar, estamos muy contentos porque finalmente ha sido posible que Don Felipe y Doña Letizia puedan venir a participar en una celebración jubilar y queremos mostrarles nuestro agradecimiento».

Un libro del padre Cuenca

El regalo que se ha preparado para Sus Majestades es un libro de la ‘Historia de la Santísima Cruz de Caravaca’, del padre Cuenca. Este ejemplar es una reedición publicada en 1891; la original fue escrita y publicada en 1722. También se han preparado dos cruces en oro para la Princesa Leonor y para la Infanta Sofía. Los regalos se entregarán a los monarcas en la Torre Chacona, estancia para la recepción oficial de autoridades en la primera planta de la basílica.

El recibimiento a los Reyes tendrá lugar en la explanada del castillo; el acceso estará abierto hasta poco antes de las diez y media de la mañana, ya que a esa hora está prevista la llegada de los monarcas que realizarán previamente un recorrido en vehículo por algunas calles y plazas de la ciudad. En concreto, la comitiva partirá desde el complejo polideportivo Francisco Fernández Torralba y seguirá por Maruja Garrido, Gran Vía, Plaza del Arco y Cuesta del Castillo hasta llegar al patio de armas.

Don Felipe y Doña Letizia accederán al interior de la basílica para participar en la celebración jubilar que finalizará con la Adoración de la Sagrada Reliquia. Antes de volver a la explanada visitarán algunas salas del Museo de la Vera Cruz. Y de nuevo ea patio de armas del castillo, donde saludarán a quienes se hayan congregado en este lugar y se desplazarán, de nuevo en coche, hasta la iglesia de la Compañía de Jesús, donde clausurarán la exposición ‘Signum. La Gloria del Renacimiento’.

Se trata de la sexta visita de un miembro de la Familia Real al municipio de la comarca del Noroeste. La primera documentada fue la del rey Fernando el Católico, en el verano de 1488; cuando, procedente de Lorca, vino a postrarse a los pies de la Cruz, tras la toma de Baza. Y regaló una lámpara de plata para el templo de la Vera Cruz, que aún se puede contemplar en el presbiterio de la basílica.

El 29 de mayo de 1974, siendo Príncipes de España, vinieron Don Juan Carlos y Doña Sofía. Llegaron a media mañana y fueron recibidos en la explanada del castillo. El alcalde le hizo entrega del bastón de mando, y al concluir el acto religioso les ofreció el escudo de oro de la ciudad.

Seis años más tarde, el 6 de marzo de 1980, siendo ya Reyes de España, volvieron a visitar la ciudad. Los monarcas fueron recibidos en la Plaza del Arco, adornada con piezas de enjaezamiento de los Caballos del Vino en balcones y ventanas. Hubo discursos del Rey desde el balcón central de la Casa Consistorial. Tras ser bendecidos en la basílica de la Vera Cruz, se les impuso la cruz insignia, como hermanos de honor de la Cofradía, y firmaron en el Libro de Honor. También visitaron la Sala de Orfebrería del Museo, en lo que hoy es la Capilla.

Las visitas del Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, se produjeron en enero de 2001, en concreto el Día de San Antón; y en el mes de septiembre de 2003, en cumplimiento esta última de la promesa hecha a la localidad en el transcurso de la primera de ellas, cuando afirmó querer venir durante el Jubileo de 2003. En esta segunda ocasión visitó a exposición ‘La Ciudad en lo Alto’.

Baño de multitudes

En ambas citas el heredero de la Corona recibió sendos baños de multitudes, con las calles a rebosar de miles de personas que no quisieron desaprovechar la ocasión de mostrarle el cariño y el respeto que Caravaca siente por la Familia Real.

En la visita de Príncipe en 2003 fue recibido por el obispo de Cartagena, Manuel Ureña, en la entrada al templo. Tras besar la Sagrada Reliquia, monseñor le impuso la Cruz de Plata como Hermano de Honor de la Cofradía de la Vera Cruz. Tras el acto religioso, atravesó la zona conocida como Mirador de la Reina y contempló las piezas de enjaezamiento de los Caballos del Vino. En esta visita recibió como regalo un retrato de Doña Sofía durante su peregrinación al santuario, obra del padre Colsa, fraile carmelita. El beso al Lignum Crucis fue el preámbulo de un adiós que la multitud congregada en el santuario quiso transformar en un «hasta pronto». Han transcurrido 14 años y Don Felipe regresará de nuevo a Caravaca, en este tercera ocasión ya como Rey.