Así contaminas cuando consumes carne

 

Wiktory (Getty Images)

Aunque no lo parezca, hay una relación directa entre la contaminación que sufrimos a diario y un acto tan cotidiano como pedir algo de carne en nuestra carnecería habitual. Al menos así lo denuncia Greenpeace. Según la organización ecologista, el actual modelo agroalimentario es un auténtico depredador de recursos naturales y eso tiene consecuencias en nuestro medio ambiente. Luis Ferreirim, responsable de agricultura de esta ONG, cree que en el modelo actual de vida “no nos paramos a reflexionar sobre aquello que estamos comiendo” y justamente esta es una de las razones “por las que el planeta está agonizando. Con nuestro consumo estamos permitiendo que siga así ese modelo”.

Un modelo, el de la agricultura, la ganadería y la pesca, que, según la ONG, tiene parte de responsabilidad en la contaminación de nuestro aire. En nuestro país, este sector es el cuarto principal emisor de gases de efecto invernadero, con el 12,6% de las emisiones totales. “A nivel global la agricultura es responsable del 25 % de esos gases, nuestro consumo contribuye con un granito de arena a esa nube tóxica planetaria” explica Ferreirim.

Además, según destaca Greenpeace, la agricultura y la ganadería emplean el 84,3% del agua dulce en España en manutención, regadíos y procesos productivos. Para muestra de lo que se ahorraría con un cambio de hábitos, basta uno de los ejemplos que da Ferreirim : “Para producir un kilo de carne de vacuno necesitamos 15.000 litros de agua. Para producir un kilo de zanahorias necesitamos apenas 151 litros de agua”.

También preocupan en Greenpeace las consecuencias para la salud de determinados aditivos usados en el sector. La ONG afirma que España se ha convertido “en la campeona europea en el uso de plaguicidas en el uso de plaguicidas y también en la ganadería somos campeones en antibióticos en la ganadería industrial. Eso llega a nuestros alimentos y llega al medo ambiente”.

Para Greenpeace la solución pasa por reducir la producción industrial, que además va en detrimento de los pequeños campesinos, apostando por la ganadería extensiva ecológica y local y recomienda elegir productos sostenibles y de temporada. Y, si es posible, comer menos carne. “Los políticos los elegimos cada 4 años pero podemos elegir lo que comemos tres veces al día” recuerda Ferreirim.

Muchas de estas pautas se pueden conocer en las jornadas HAZ para consumir con sentido, que Greenpeace celebra este fin de semana a nivel mundial y que en Madrid acoge el Palacio de Santa Barbara. Talleres, espacios de trueque y conferencias que tratarán de concienciar y cambiar algunos de nuestros hábitos, por muy implantados que estén.