ARCHENA/ Gratísimo sabor de boca del Festival Folklórico del Cinca Medio celebrado en Monzón

Muy buena entrada y soberbios los grupos participantes en esta nueva edición

Los de Archena mostraron cuatro vestuarios: traje del Valle del Ricote, traje de labor, traje rodao y traje de lujo, y también las mantillas para los desfiles religiosos.

REPORTAJE FOTOGRÁFICO DEL GRUPO VIRGEN DE LA SALUD

MONZÓN.- El XXI Festival Folklórico del Cinca Medio dejó un gratísimo sabor de boca en la plaza Mayor de Monzón, enclave que registró muy buena entrada el viernes, día de la actuación de la compañía de Sergio Sanz Artús, y de sobresaliente el sábado, la fecha propia de la cita que reunió a «Voces Riberas» de Navarra, «Nuestra Señora de la Salud» de Archena (Murcia) y «Nuestra Señora de la Alegría» de la ciudad anfitriona..

Artús convenció a los amantes del folklore con el espectáculo «Miscelánea«, un montaje sobrio en escena y soberbio en contenido.

El profesor de canto y ganador del Premio Ordinario del Certamen Oficial de Jota Aragonesa en el año 2009, acompañado por una rondalla de virtuosos, dos voces femeninas y una pareja de baile, desgranó con jotas «las experiencias personales y profesionales vividas hasta la fecha» (sentimientos, una enfermedad, amistades, influencias, estilos, ritmos).

Cuando adaptó una jota que se canta en Calanda al entorno de Monzón (castillo, ermita de la Virgen de la Alegría, la tradición del Bautizo del Alcalde), la plaza se puso en pie. En suma, un espectáculo «redondo», pleno de armonía vocal y musical y perfectamente ejecutado en todos los detalles.

«Voces riberas», grupo formado en 2007 por campeones de jota navarros y riojanos de ambos géneros, no baila… ni falta que le hace. El arte y el punto de humor del acordeonista-presentador, el repertorio popular que cualquiera conoce y, sobre todo, la potencia y el estilo de las voces, deslumbraron al público.

Estuvieron impecables, y cuando bajaron del escenario para cantar una jota en el patio de butacas, sin micrófonos y con idéntico desparpajo, se coronaron. No faltaron los temas relacionados con la fiesta de San Fermín y guiños a Monzón alterando alguna palabra de las letras. Prometieron volver y ya se les espera.

Los murcianos del «Virgen de la Salud» se definen como «un grupo de amigos amantes de las costumbres de la región». Se organizaron en 1988 y salen a escena con un cuadro de cuarenta personas entre la rondalla, el coro y el cuerpo de baile.

La actuación engarzó jotas, parrandas, manchegas, seguidillas, pardicas, la Misa Huertana, el Canto de los Mayos y el tradicional Aguinaldo Murciano. Los de Archena muestran cuatro vestuarios: traje del Valle del Ricote, traje de labor, traje rodao y traje de lujo, y también las mantillas para los desfiles religiosos.

«Nuestra Señora de la Alegría», que hace gala de ser el grupo más antiguo de la provincia (fundado en 1951), abrió y cerró el festival, si bien se vio obligado a descartar el último baile porque poco antes de la medianoche empezó a caer una fina lluvia.

La suspensión se quedó en mera anécdota. Los anfitriones dieron muestra de su buen hacer en la primera parte (exhibición de los cantantes en dúos y del grupo de baile, que interpretó la Jota e Huesca), y remataron en la segunda con el hilo de jotas, boleros, seguidillas, mazurcas, fandangos, valses antiguos y coreografías recientes que recorre las tres provincias aragonesas. El público, que abarrotó la plaza Mayor, se quitó el sombrero una vez más.