ABARÁN/ Tres orejas para El Juli y una para Perera

En el último toro de Cayetano tuvieron que intervenir las fuerzas de seguridad por el lanzamiento de objetos al ruedo 28-09-2017 00:22:50

AGENCIAS

Era el cierre de su temporada en España y no podía fallar. Tres orejas en su 40ª corrida de toros de la temporada. Bajo el argumento del poder, fue así cómo El Juli cortó tres orejas en la plaza de toros de Abarán, frente a un lote bajo de raza del que sacó el máximo partido. Un trofeo paseó Perera del que hizo quinto, otro animal bajito de raza al que terminó arrancándole un trofeo. Cayetano no tuvo suerte con un primero que se agarró al piso y después con un toro que se echó nada más comenzar el trasteo. Se esperaba más del encierro de Las Ramblas.
El cuarto fue un toro que tuvo tendencia a rajarse desde los primeros tercios. Muy poderoso, El Juli le hilvanó una faena técnicamente bien concebida, sin dejarle irse y haciéndolo romper hacia delante. Tuvieron brillo las tandas con la derecha, y cuando se cambió la muleta a la zurda, el astado se rajó definitivamente y subió el toro de una faena que terminó con luquecinas al hilo de las tablas. Estocada contundente y dos orejas.
El primero de Las Ramblas tuvo movilidad en los primeros tercios, pero después, al iniciar la faena se vino un punto abajo, y aunque embistió con nobleza le faltó chispa. El Juli anduvo muy resolutivo y con mucho oficio en la primera parte de un trasteo que cobró más vuelo y llegó más al público al final, cuando acortó las distancias. Lo pasaportó de una buena estocada que hizo rodar al toro y cortó una oreja.
Perera cortó una oreja del quinto, un toro justo de raza y de clase con el que el extremeño hizo una faena de largo metraje solvente, por encima de su oponente. Muy terciado, manso y muy deslucido resultó el segundo, un animal que nunca terminó de pasar y que tuvo tendencia a defenderse y a embestir con la cara arriba. Perera lo intentó pero no tuvo opción de lucimiento. Saludó una ovación.
El tercero se empleó mucho en un puyazo fuerte y llegó a la muleta muy agarrado al piso y sin clase ni entrega. Cayetano tuvo que hacer un esfuerzo en una faena en la que hubo momentos aislados de brillo. Pinchó en dos ocasiones y fue silenciado. Después, tuvo división de opiniones en el sexto, un toro que se movió con mal estilo en los primeros tercios, sobre todo en el capote de Iván García. En el inicio de faena el toro se echó por su falta de raza y de fondo y el público empezó a protestar intensamente. En ese momento Cayetano tomó el estoque y se incrementaron las protestas llegando incluso a caer botes en el ruedo hasta el punto de que tuvieron que intervenir las fuerzas de seguridad.